sábado, 28 de marzo de 2015

8 cosas que NO debes hacer cuando alguien está deprimido

8 cosas que NO debes hacer cuando alguien está deprimido


Caer en el "anímate" o trivializar las situación son algunos de los errores más comunes. Hablamos con expertos para saber cómo comportarnos cuando alguién cercano tiene tristeza patológica.



Carmen piensa en que tiene mucho qué hacer, pero se ve incapaz de levantarse del sofá. Lleva días así, o quizás semanas, pensando en todo eso que debería hacer, pero no hace, porque no encuentra las fuerzas para hacerlo. Es una sensación extraña. Algo así como si estuviera abatida en combate, como si fuera un soldado derribado en alguna guerra, que ni si quiera es consciente de haber librado. Ella fue una persona muy vital no hace tanto tiempo, pero ahora mismo no sabe cómo salir de ese círculo, cómo volver tener interés por las cosas, y sacar fuerzas para afrontar nuevas iniciativas. Todo se le hace un mundo, y lo peor de todo eso, es que no encuentra la forma de sentirse mejor, hasta tal punto, que empieza a asumir que ese va a ser su nuevo estado a partir de ahora.

La tristeza patológica, más conocida por los especialistas como depresión, afecta alrededor del 5 % de los españoles, aunque se calcula que un 10 % de nuestra población pasará por un proceso depresivo a lo largo de su vida. Si bien los expertos llevan tiempo pronosticando que la depresión será una de las epidemias del S. XXI, concretamente se estima que en unos quince años se convertirá en la primera causa de invalidez a nivel mundial. Una cuestión nada baladí. No sólo eso, recientemente la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental alertaba de que pese al aumento en el consumo de fármacos antidepresivos, se produce la paradoja de que gran parte de sus consumidores no padece realmente de depresión, y de los que sí la padecen, la mitad de ellos acudirá a su médico de familia sin que la detecten, y por tanto, continuará sin tratamiento o medicación.

Esas son las cifras, los datos, las probabilidades. Pero la depresión es mucho más que eso, porque se trata de un problema que impacta de forma terrible en la vida de la gente. Porque no sólo afecta a la persona que la padece, sino también a todos los que la rodean. Aunque de eso se hable menos.

Y es que, al hablar de casos como el de Carmen (la depresión afecta sobre todo a mujeres de entre 30 y 40 años), se olvida muchas veces contar la historia del marido angustiado, que insiste en ese “venga anímate mujer” o le propone constantemente planes, en un intento de verla más activa, sin saber, que en realidad, todo eso hunde mucho más a su mujer. Tampoco se habla de la madre, que hace por escucharla, pero que al final la agobia más reconociendo que tiene razón en lo mal que están las cosas, o de la amiga, que por quitar hierro al asunto, argumenta que no hay que hacer de todo un mundo, y que solo será una racha.

Olvidamos, que las primeras personas que detectan una depresión, no suelen ser los médicos, sino las personas más cercanas al paciente, y lo que nadie dice es que para ellos no es nada fácil. Ver a alguien que quieres atravesar esa mala situación es angustioso y frustrante, y por ello, todos querríamos saber qué cosas hacemos mal, o cómo sería mejor que actuásemos ante esa depresión, cuando al final lo único que queremos es ayudar. Estos suelen ser algunos de los fallos más comunes, que los expertos nos explican cómo corregir:

1. Trivializar la situación, cuando es un problema y se necesita ayuda

Tendemos a pensar que cuando una persona es negativa o se siente triste, cambiar ese estado de ánimo es una cuestión de actitud, pero a veces no es tan fácil como eso. “Es importante que se asuma la dificultad que supone superar una depresión y que ello no es debido a la falta de voluntad del deprimido, sino a la propia depresión que, entre otras cosas, anula la voluntad de la persona” comenta el psicólogo clínico Miguel A. Rizaldos, insistiendo en que trivializar el problema no ayudará a afrontarlo. Hay que ayudar a la persona a darse cuenta, de que igual que existen problemas físicos, que necesitan de tratamiento, ocurre igual con lo psicológico, aunque en este caso la solución no sea sólo la farmacológica.

2. Ver el problema desde nuestra perspectiva en vez de empatizar

“Introducir los pies en sus zapatos y caminar con ellos, siendo así conscientes de cuáles son sus circunstancias, puede orientarnos respecto a qué necesita”, ese es el primer cambio en la perspectiva que pone sobre la mesa Raquel García Romeral, psicóloga en Gabinete RgR. Cuando damos consejos, tendemos a ver las situaciones desde nuestra propia perspectiva, pero si queremos realmente ayudar, lo ideal es optar por la empatía, para tener más pistas sobre si esa persona necesita un hombro en el que llorar, distraerse, o solo que la escuchen en silencio. Ante la duda, siempre se lo podemos preguntar, en vez de dar las cosas por hecho.

3. Caer en los “anímate”

Caemos en esa frase casi por defecto, como si un “anímate” pudiera arreglarlo todo, o como si esa persona no se hubiera dado cuenta de que su problema podría arreglarse de forma tan simple. La intención, claro, es buena, pero el efecto ya no tanto. “Para alguien que se encuentra encerrado en esa oscuridad interior, probablemente no sea de utilidad escuchar ese ¡anímate! o que le insinúen que está donde no debe”, insiste Raquel García Romeral. De hecho, según la experta “puede que entonces se sienta poco respetado en relación a lo que está vivenciando e incluso culpable por haberse metido allí y no poder o querer salir”. Con esta misma idea, Miguel Rizaldos apunta a que frases del estilo “sé positivo”, “vamos, alégrate", o “sé cómo te sientes”, pueden provocar lo que no queremos: más culpa y tristeza.

4. Imponer en vez de sugerir o proponer

Puede que en ocasiones salir de la rutina ayude a cambiar las perspectivas, la cuestión es cómo debemos sacar a esa persona de casa, si bajo un ordeno y mando, dada su poca voluntad a hacer cosas, o si quizás deberíamos cambiar de estrategia. “Se ha demostrado que cuantas más actividades agradables se realice, mejor será su estado de ánimo, pero teniendo en cuenta que la persona deprimida no está en buena disposición para llevar a cabo las mismas, conviene que nuestras peticiones o sugerencias no suenen a imposición”, aclara Rizaldos.

5. Asumir sus decisiones y responsabilidades

Cuando alguien querido nos preocupa y nos ponemos en modo “cuidador”, a veces acabamos por anular la poca voluntad que le queda, aún sin mala intención. Lo matiza un poco mejor la psicóloga del Gabinete RgR: “Como familiar o pareja, asumimos como propias las decisiones, tareas y responsabilidades que le competen a la persona que se advierte triste, y de esa manera, sin darnos cuenta, podemos ser cómplices de construir dinámicas que mantengan la situación de depresión más tiempo del necesario”. Al final, todo es cuestión de buscar equilibrios.

6. Alimentar el discurso negativo

Precisamente, en eso de buscar los equilibrios está la clave. No podemos decirle a esa persona que lo que le pasa es sólo una racha o algo trivial, pero tampoco podemos pasarnos al otro extremo, y acabar dándole más argumentos para verlo todo negro. “No es bueno alimentar sus quejas o fomentar discursos negativos”, afirma Miguel Rizaldos, que a cambio propone intentar desviar la conversación hacia otros temas, pero de forma sutil, con frases del estilo “creo que no es bueno para ti hablar de cosas que te hacen sentir mal", o "entiendo que tal y como estás veas todo tan negativo, pero creo que no es bueno que yo lo fomente, así que si te parece podemos hablar de otros cosas, por ejemplo...”.

7. Hacer reproches en vez de valorarle


La persona que está deprimida lo pasa muy mal, pero quien la acompaña no vive un camino de rosas, ni mucho menos. Es fácil caer en el reproche, pero antes de eso, respiremos, y pensemos que si de verdad queremos ayudar a esa persona a salir de esa situación, lo que necesita es sentirse valorado, no aún peor consigo mismo de lo que ya se siente. En este caso, la frase que perfila Rizaldos es bien sencilla: “Aunque no te sientas bien, creo en ti y eres genial”.  Y es que, tal y como opina el experto “por mucho que pueda parecer una afirmación forzada, es fundamental trasladarle que le valoras y es una persona importante para ti, no hay que olvidar que lo normal es que haya perdido la esperanza y confianza en sí mismo”.

8. Intentar reemplazar al profesional


Puedes ser amigo, puedes ser madre, puedes ser pareja, pero asúmelo, no eres un psicólogo, y no deberías intentar serlo. “Si las soluciones que la persona y el entorno estén aplicando no estén resultando eficaces, en ese caso, habrá que cambiar de estrategia y para ello se puede consultar con un psicólogo especializado”, recuerda García Romeral. No hay que olvidar, que todos tenemos nuestros límites, y que si está bien ayudar, ciertos problemas hay que ponerlos en manos de un verdadero profesional.


Tipos de grasa corporal y como eliminarla

Tipos de grasa corporal y como eliminarla

En esta imagen que te ponemos a continuación
puedes identificar claramente cual es tu tipo de
grasa corporal y ver que debes hacer para
eliminarla.
Para poder eliminar la grasa, lo primero que
debemos saber es cómo fue que la obtuvimos,
ahí está la clave de todo.
Este es tu tipo de grasa y así la puedes eliminar:



1- Obesidad alimentaria
¿Cómo fue que la obtuvimos?
Este tipo de grasa es la más común en el
mundo, las personas que la padecen suelen
abusar de la comida y del azúcar.
¿Cómo eliminar la grasa?
Es relativamente sencillo pero para lograrlo
debes ser constante, comenzar a tener una
alimentación más saludable y con 30 minutos
de ejercicio al día comenzarás a ver resultados
en muy poco tiempo.

2- Obesidad abdominal nerviosa
¿Cómo fue que la obtuvimos?
Este tipo de grasa, se desarrolla principalmente
por la ansiedad, estrés y depresión, las
personas que la padecen, tienen a lo largo del
día muchas ganas de comer azúcar.
¿Cómo eliminar la grasa?
Lo más importante es controlar la ansiedad y el
estrés, busca una actividad física que te libere
de la presión y en poco tiempo verás como la
vas eliminando.

3- Obesidad glútea
¿Cómo fue que la obtuvimos?
Generalmente este tipo de grasa se acumula en
mujeres que están en la adolescencia, en la
menopausia y en mujeres que tienen
desequilibrios hormonales.
¿Cómo eliminar la grasa?
Lo principal es evitar pasar mucho tiempo
sentada, se recomienda evitar el alcohol o el
cigarro, y contrarió a lo que se cree, para
eliminar este tipo de grasa es mejor hacer
ejercicio con peso que correr, ya sean
sentadillas o desplantes, tonificarás el músculo
y poco a poco verás como van desapareciendo.

4- Obesidad metabólica aterógena
¿Cómo fue que la obtuvimos?
Las personas que padecen este tipo de
gordura, suelen tener el estomago inflado
como si fuera un balón, toda la grasa se
acumula en esa parte del cuerpo, esto se
origina por consumo excesivo de alcohol,
quienes lo sufren, tiene problemas para
respirar.
¿Cómo eliminar la grasa?
Para eliminar este tipo de grasa es muy simple,
solo debes dejar el alcohol y tener un poco de
actividad física.

5- Obesidad circulatoria venosa
¿Cómo fue que la obtuvimos?
Este tipo de grasa se acumula principalmente
por genética, aparece en el embarazo y las
personas que la padecen suelen tener los pies
hinchados.
¿Cómo eliminar la grasa?
Lo primordial es que tengas muy buena
circulación, no se recomienda hacer ejercicios
como correr o escalar, ya que podría hacerte
daño, en vez de eso puedes acudir a natación o
usar una bicicleta fija, también es
recomendable tomar mucha agua; como
recomendación, si tocas la planta de tu pie y
queda hundida una parte, debes ir
inmediatamente al doctor ya que podrías tener
complicaciones en el futuro.

6- Obesidad por sedentarismo
¿Cómo fue que la obtuvimos?
Este tipo de grasa se acumula principalmente
en cuerpos de hombres que pasan mucho
tiempo sin actividad física, también se da en
personas que en el pasado hicieron ejercicio y
lo abandonaron.
¿Cómo eliminar la grasa?
La clave para eliminar este tipo de grasa, es no
dejar pasar periodos muy largos de tiempo sin
comer, muchas personas piensan que dejando
de comer enflacarán, y eso es un error ya que
tu metabolismo se detiene y tu cuerpo se
convierte en un ahorrador de grasa, comer 6
veces al día y un poco de ejercicio
cardiovascular eliminarán en poco tiempo el
problema.


Fuente:  http://barcelonalternativa.es/tipos-de-grasa-corporal-y-como-eliminarla/

domingo, 22 de marzo de 2015

WhatsApp o Telegram

telegram-whatsapp
WhatsApp fue la primera aplicación de mensajería móvil que llegó a los smartphones.
Tras ella, aparecieron multitud de rivales tales como Telegram, Viber o Line, entre otras.
A día de hoy, WhatsApp es la aplicación de mensajería instantánea más utilizada,
con más de mil millones de descargas en la Google Play Store.
Que WhatsApp sea la aplicación con más usuarios no significa que sea la mejor
del mercado, sino que es “la que tienen todos” y aunque hace poco ha implementado las 
llamadas voIP, sigue sin convencer a los usuarios.  De las nombradas anteriormente, he decidido comparar WhatsApp con Telegram, por la similitud de uso y su gran mejora
desde su aparición.
telegram

Telegram

  • Posibilidad de enviar archivos de hasta 1,5 Gigabytes. Así es, Telegram te permite enviar archivos de 1,5 Gigabytes, mientras que WhatsApp únicamente te permite enviar audio, vídeo o imágenes.
  • Vídeos de cualquier tamaño y duración. Telegram no te pone ningún impedimento en enviar cualquier vídeo pero, ¿cuántas veces no has podido enviar un vídeo vía WhatsApp y la aplicación no te lo ha permitido? Eso se debe a que WhatsApp no te permite enviar vídeos que superen los 16 MB, un tamaño ridículo hoy en día. Además, cualquier vídeo que envíes lo comprimirá disminuyendo la calidad a una pésima.
  • Conversaciones multiplataforma. Hace poco WhatsApp lanzó su aplicación web de mensajería, una aplicación con mucho por mejorar y una interfaz bastante mala. Por el contrario, Telegram te permite una sincronización multiplataforma perfecta pudiendo descargar su aplicación en tu Smartphone o en tu tablet.
  • Privacidad en los grupos. Os preguntaréis: ¿Qué es eso? Pues bien, Telegram te permite ocultar tu número de teléfono en los grupos para que no pueda verlo cualquier persona que esté en él. Únicamente verán tu nombre de usuario.
  • Chats secretos. Podemos crear conversaciones privadas y secretas con las que no dejaremos ni rastro con autodestrucción de mensajes.
  • Posibilidad de enviar GIFS. Telegram te da la opción de enviar GIFS con un buscador integrado dentro de la aplicación.
  • Gratuita. Quizás lo más importante para algunos o lo menos importante para otros, pero sin lugar a dudas es algo significativo, ya que WhatsApp te obliga a pagar de forma anual y Telegram te ofrece su servicio totalmente gratuito y sin publicidad.
WhatsApp

WhatsApp

  • Llamadas voIP. Quizás no se hayan activado en todos los dispositivos pero es algo que están implementando y algunos ya lo tenemos disponibles y, en mi opinión he de decir, que funciona muy bien.
  • El más utilizado. Yo creo que éste es el mayor motivo por el que WhatsApp está donde está. Son más de mil millones de descargas con sus millones de usuarios.
  • Compresión de imágenes. Si bien es cierto, no sabía si poner este apartado como algo positivo o negativo, pero a la hora de ahorrar megas de nuestra tarifa, es un aspecto beneficioso para nosotros.
WhatsApp-Vs-Telegram-comparativa

¿Por qué seguimos usando WhatsApp?

La gran pregunta que todos nos hacemos: si Telegram es mejor, tiene muchas más cosas mejores que WhatsApp, ofrece mayor privacidad  y además es gratuita y sin publicidad, entonces ¿por qué seguimos usando WhatsApp?
Pues la respuesta es clara y sencilla: porque la tienen todos. Así es, ¿qué aplicación de mensajería os vais a descargar y vais a utilizar, la que la mayoría o la que es mejor? Pues utilizaréis la que tienen todos para poder hablar con vuestros amigos, sino sería inútil disponer de esa aplicación.

Fuente: proandroid.com